viernes, 23 de marzo de 2018

El mayor regalo




Libre me conociste y en completa libertad, sin restricción alguna, elegí estar a tu lado.

Sin dudarlo, volvería a elegirte una y otra vez.
Atesoro cada sonrisa que de mí desprendes, cada suspiro que generas y doy infinitas gracias por ello.

Agradezco ese gran regalo que me brindas:
dejarme libre…


Ahora, quiero que sepas: no me he ido y elijo no irme.
Quiero seguir amándote y que sigas amándome,
quiero que me conozcas en mis días más oscuros y conocerte en los tuyos.
Quiero tender mi mano a ti, cuando sientas que te engulle la oscuridad o los traumas del pasado,
y quiero sujetar con fuerza la tuya, cuando sea a mi a quien estén buscando.

Quiero secar tus lágrimas cuando la tristeza invada tu alma
y deseo poder compartirlas contigo, cuando invada la mía.


Dices que las palabras se las lleva el viento…
Por ello, es que hoy, aquí te escribo.


Si el que necesita alejarse eres tú, eres libre de hacerlo, no te juzgaré por ello. 
No te pediré que permanezcas a mi lado.
Pero si me amas como dices hacerlo, no me alejes de tu lado.

Naná Kutsini nos ha enseñado
que por más que haya días en penumbra,
siempre le seguirán días radiantes, 
completamente iluminados.