En la oscuridad del desierto,
una fogata resplandecía,
bajo su luz rojiza,
sus ojos profundos por última vez contempló.
Era una mujer del desierto,
de la tribu de los abandonados de Dios
princesa guerrera, Touareg,
en azul vistió.
En el lecho de su muerte,
Ella le prometió
hasta lo imposible haría
y algún día lo encontraría.
"Quizá tarde una vida,
o varias,
pero te buscaré
por toda la eternidad
Te amo,
por siempre
y para siempre
Guapísimo Caballero".
La maldición que sobre ellos
habían ejecutado,
su felicidad
les arrebató.
Él, en un principio,
de Ella había dudado.
Cuando logró darse cuenta, era tarde:
la habían envenenado.
En un acto de inmenso amor,
Él acabaría pronto con su sufrimiento:
de una puñalada certera
al veneno le ganó.
Le dolía tanto el corazón
que sentía perdería la razón.
Desesperado,
en el firmamento la buscó.
Entre las penumbras,
desfiando a toda maldad
con su Luz, Ziya,
en el cielo apareció.
Redonda, brillante
completamente iluminada,
la nueva Luna Llena.
al viento le susurró:
Borra su memoria,
acaba con su dolor.
Cuando Ella lo encuentre,
en Él, resurgirá el Amor.
Ilustración:Autor desconocido
Poesía: Jessica Soler • 5 Julio, 2020
Poesía: Jessica Soler • 5 Julio, 2020