"Corro sin parar, con mis pies descalzos sobre la arena mojada.
Con mi pelota roja y otros niños, al fútbol jugamos.
En un rato más, cuando ya esté cansado y con mucha hambre, me iré a casa. Mamá me recibirá con un abrazo. Sabe que el espaguetti es mi comida favorita, seguro que habrá un plato grande, para mí, servido en la mesa.
Tengo calor, estoy cansado. Me lastiman los pies de correr tanto. Me sentaré a descansar un ratito.
Oigo a mis amigos reirse a carcajadas: se divierten salpicándose con el agua salada. Yo mejor no jugaré a eso, me duele un poco el brazo."
No me despiertes.
Por favor.
Déjame seguir soñando con la arena mojada, la pelota roja y las carcajadas.
No he vendido hoy un solo chicle, ni un animalito de madera.
No me espera un plato grande de espaguetti en la mesa.
Tampoco un abrazo.
El agua salada que me resbala por las mejillas, no proviene del mar,
mis ojos están cansados de llorar.
Me duelen mis pies de andar en el pavimento, descalzo,
y me duele mi brazo...
Texto: Jessica Soler
Foto: Jessica Soler • Enero 31, 2007 • Cabo San Lucas, B.C.S.
Un espacio donde la creatividad no quiere tener límites... Fotografía, poesía, pensamientos, gráficas, aportaciones y todo aquello que requiere de un momento de inspiración y reflexión. Instantes de México, el mundo, el medio ambiente, la cultura, la vida, los niños y mucho más.
sábado, 25 de agosto de 2007
jueves, 23 de agosto de 2007
Los remanentes de "Dean"
-Vecino cargando un garrafón de agua a su casa-
Después de su paso por prácticamente todo el territorio nacional, los remanentes de lo que fué el Huracán "Dean" (ahora convertido en depresión tropical), han dejado caer mucha lluvia en nuestra ciudad: Puerto Vallarta. Lamentablemente, ya tenemos saldo rojo y hay vidas que lamentar. Derrumbes e inundaciones es parte de lo que se está viviendo por todas partes.
En esta ocasión no he salido de casa, más aquí me he encontrado con algunos INSTANTES que compartirles de los estragos de esta lluvia, que lleva ya 24 horas y está pronosticado que continúe.
-Jorge, uno de nuestros guardias de seguridad, haciendo un recorrido de supervisión de daños-
Los andadores, jardines, zona de estacionamiento, calles internas, se inundaron por completo, el agua subió tanto que entró a los departamentos de la planta baja. Todas las áreas comunes parecían una alberca gigante y las albercas reales, ni se veían. Estas fotos las tomé un buen rato después de que la lluvia fuerte cesara (para no mojar mi cámara) y el agua ya había bajado considerablemente el nivel que llegó a tener.
La foto que sigue es de la construcción de un edificio en un terreno que colinda los condominios, el cual para empezar nunca debió de ser autorizado como zona para construir, porque está debajo del nivel del mar, es la salida de los canales de desagüe que van al mar y se anega por completo (ah, pero esos permisos y cambios de uso de suelo misteriosos que se dieron en el mandato de Gustavo González Villaseñor. ¿Alguien dijo corrupción?) En las lluvias ocasionadas por una tormenta hace unas dos semanas, nos inundamos porque tenían unos troncos obstruyendo la salida del canal...
-Maquinaria de la construcción que obstruye el canal de desagüe y hace que nos inundemos-
-Un vistazo a uno de los tantos departamentos de la planta baja, que se inundaron. En éste, los habitantes ya habían sacado gran parte del agua que les entró, pero aún se observa el suelo completamente mojado-
Fotos: Jessica Soler • Agosto 23, 2007 • Condominios La Marina • Puerto Vallarta, Jalisco
P.D ¡Mil gracias a todos los lectores de INSTANTES por las 40 mil visitas!!
miércoles, 22 de agosto de 2007
Día del Bombero
Felicidades a todos los amigos del H. Cuerpo de Bomberos de Puerto Vallarta, en su día.
Y con cariño, en especial a ti, Alain, que te nos adelantaste...
Y con cariño, en especial a ti, Alain, que te nos adelantaste...
viernes, 17 de agosto de 2007
Un minuto de aplausos
Regresas a tu tierra, Sinaloa
jueves, 16 de agosto de 2007
Hoy, un bombero se ha ido al cielo.
Domingo de fútbol
El pasado domingo me levanté temprano y fui a tomar unas fotos del equipo de fútbol de mis amigos de servicios de emergencias: "Chicago Fire". Elementos de Protección Civil, Cruz Roja y Bomberos unidos bajo una camiseta roja.
Inicialmente, me solicitaron tomar la foto oficial del equipo; terminé capturando algunos Instantes chuscos del juego y disfrutando de 6 goles (marcador final: 3-3) en una cancha de pasto mojado y resbaladizo.
Last sunday I was asked to take the "official photo of the football team of the emergency services from Puerto Vallarta. Besides enjoying the game and 6 goals (Final score: 3-3), I ended up taking some funny shots.
"Con permiso, yo llegué primero..."
"¿Quién le quitó la tabla de surfear al 4 de los azules?"
Sin comentarios, jejeje.
Fotos: Jessica Soler • Agosto 12, 2007 • Puerto Vallarta, Jalisco
Inicialmente, me solicitaron tomar la foto oficial del equipo; terminé capturando algunos Instantes chuscos del juego y disfrutando de 6 goles (marcador final: 3-3) en una cancha de pasto mojado y resbaladizo.
Last sunday I was asked to take the "official photo of the football team of the emergency services from Puerto Vallarta. Besides enjoying the game and 6 goals (Final score: 3-3), I ended up taking some funny shots.
"Con permiso, yo llegué primero..."
"¿Quién le quitó la tabla de surfear al 4 de los azules?"
Sin comentarios, jejeje.
Fotos: Jessica Soler • Agosto 12, 2007 • Puerto Vallarta, Jalisco
Juguetitos
Hace calor
Mamá Golondrina
Y la historia de un par de huerfanitos.
El verano pasado, una golondrina solitaria, todas las noches se posaba a descansar en la tubería que pasa por fuera del apartamento donde vivo. Ese año no tenía pareja, pero eligió el lugar donde regresaría a anidar. Al menos eso me imagino, porque las golondrinas son muy fieles y siempre vuelven al mismo sitio. En una ocasión, se metió a visitarme y tranquilamente se posó en las aspas del ventilador de techo. Emigró hasta el mes de enero.
Este año, a comienzos de la primavera, llegó una parejita (y he supuesto que quizá una de ellas sea la visitante del año anterior, por lo familiarizados que se veían con la zona). Los he visto ir y venir cientos de veces cargando lodo y pajitas en sus picos, y en un par de semanas construyeron un estupendo nido, en lo más alto del techo, en la zona de las escaleras. Un sitio seguro, alejado del alcance de las personas y buen refugio del sol y la lluvia.
Días después, he encontrado en el suelo los cascarones de varios huevecillos moteados. Y unos días más, pequeñas cabecitas desplumadas, hambrientas, asomaban sin cesar, abriendo sus grandes picos amarillos. Los padres, incansables, desde las 6 de la mañana hasta entrada la noche, daban vueltas, cargando insectos para alimentar a esos pequeños voraces.
Crecieron y ya no cabían en el nido, los padres dormían en la tubería. Fueron 4. Tuve la fortuna de verlos el día que se lanzaron a su primer vuelo, fuí testigo de sus maniobras. Los cuatro se animaban unos a otros a lanzarse al vacío, los padres les ayudaban. Fué un espectáculo genial. Ya pondré fotos, tomé tantas, que aún no me he decidido cuál me gusta más.
Una noche, los peques no volvieron más. Iniciaron su vida, independientes.
Un par de semanas después, mamá golondrina tuvo una segunda puesta.
En esta ocasión, parece que fueron 3 polluelos. Nuevamente los padres iban y venían sin cesar, alimentando sus voraces pequeñuelos. Todo parecía estar muy bien. Hasta hace dos noches.
Llegué cansada y tarde a casa y ¡oh sorpresa! subiendo las escaleras, en el suelo, desamparado, estaba un chiquitín que al parecer se había caído del nido. Y digo al parecer, porque la mañana siguiente descubrí lo que había sucedido al ser testigo de como el hermano grande y fuerte lanzaba al vacío a otro de los polluelos. Pensé que lo había matado, porque no se movía. Al acercarme vi que respiraba pesadamente. Estaba en estado de shock.
Los puse a ambos en una cajita, para protegerlos de los niños, gatos y perros, sin tocarlos directamente, esperando a ver si sus padres les ayudaban.
Los ignoraron rotundamente durante todo el día, al atardecer fué cuando decidí intervenir, de lo contrario irremediablemente morirían a mi puerta. El último pajarito en caer se había recuperado y en coro no cesaban de llamar a los padres y pedir comida. Ya sé que la naturaleza dictaba que murieran (y quizá aún lo hagan, no lo sé), pero la naturaleza debió de haber presentido algo al dejarlos caer a la puerta de mi casa: sabía que yo no podría permenecer indiferente...
Mi corazón de pollo se estremecía cada vez que me asomaba por el visor de la puerta y veía a los padres pasar una y otra vez alimentando al hermano fuerte y gandalla (si, asi de cruel es la historia por la supervivencia y la suerte que corren los débiles) e ignorar a los dos peques desesperados.
Al principio, me acercaba y se quedaban quietecitos, asustados, con los picos cerrados. Pacientemente, con unas pinzitas les he dejado caer en el enorme pico amarillo que abren una mariposilla a cada uno. La han engullido voraces.
Por la tarde me volví mamá golondrina.
Como podrán imaginarse, no soy una experta en cazar mariposas, polillas, libélulas, moscos y bichitos y estos dos tienen un apetito voraz. A donde he ido hoy, me he llevado el matamoscas. Mis peques tienen hambre y ahora, cada vez que me acerco a ellos abren sus picos amarillos y esperan recibir algun apetitoso insecto. Una vecina, amable y bien-intencionada, pero ignorante de qué es lo que comen las golondrinas, les trajo galletas saladas. Menos mal que los rescaté a tiempo de morir asfixiados por sendos trozos de galletas saladas.
Hace un rato, era noche de squash. Mis amigos han jugado, yo me la he pasado cazando insectos, que se acercaban atraídos por la luz de las canchas. Al principio, todos se reían de mí, cuando llegué cargando el matamoscas en lugar de la raqueta... Está de más decirles como se han burlado. Ah, si, pero un rato más tarde, todos estaban cooperando con alguna palomilla para la bolsa de provisiones de los peques.
Aquí les dejo un retrato del par de huerfanitos punk que me han adoptado por madre. Yo solo espero lograr atrapar los bichitos suficientes para que estos dos acaben de mudar el plumón, sus alitas se pongan fuertes, aprendan a cazar y vuelen libres, para volver a visitarme el año que entra.
Mantengan los dedos cruzados, hoy inicia su tercer día de huérfanos y el segundo bajo mis cuidados. Ya veremos...
(He improvisado un nido con tiras de periódico para mantenerlos calientitos, ¿alguna mejor idea?)
ACTUALIZACIÓN: el pequeño que estuvo en shock (a la derecha en la foto), no sobrevivió la noche.
Foto 1: Jessica Soler • Diciembre 28, 2006 • Puerto Vallarta, Jalisco
Foto 2: Jessica Soler • Agosto 15, 2007 • Puerto Vallarta, Jalisco
El verano pasado, una golondrina solitaria, todas las noches se posaba a descansar en la tubería que pasa por fuera del apartamento donde vivo. Ese año no tenía pareja, pero eligió el lugar donde regresaría a anidar. Al menos eso me imagino, porque las golondrinas son muy fieles y siempre vuelven al mismo sitio. En una ocasión, se metió a visitarme y tranquilamente se posó en las aspas del ventilador de techo. Emigró hasta el mes de enero.
Este año, a comienzos de la primavera, llegó una parejita (y he supuesto que quizá una de ellas sea la visitante del año anterior, por lo familiarizados que se veían con la zona). Los he visto ir y venir cientos de veces cargando lodo y pajitas en sus picos, y en un par de semanas construyeron un estupendo nido, en lo más alto del techo, en la zona de las escaleras. Un sitio seguro, alejado del alcance de las personas y buen refugio del sol y la lluvia.
Días después, he encontrado en el suelo los cascarones de varios huevecillos moteados. Y unos días más, pequeñas cabecitas desplumadas, hambrientas, asomaban sin cesar, abriendo sus grandes picos amarillos. Los padres, incansables, desde las 6 de la mañana hasta entrada la noche, daban vueltas, cargando insectos para alimentar a esos pequeños voraces.
Crecieron y ya no cabían en el nido, los padres dormían en la tubería. Fueron 4. Tuve la fortuna de verlos el día que se lanzaron a su primer vuelo, fuí testigo de sus maniobras. Los cuatro se animaban unos a otros a lanzarse al vacío, los padres les ayudaban. Fué un espectáculo genial. Ya pondré fotos, tomé tantas, que aún no me he decidido cuál me gusta más.
Una noche, los peques no volvieron más. Iniciaron su vida, independientes.
Un par de semanas después, mamá golondrina tuvo una segunda puesta.
En esta ocasión, parece que fueron 3 polluelos. Nuevamente los padres iban y venían sin cesar, alimentando sus voraces pequeñuelos. Todo parecía estar muy bien. Hasta hace dos noches.
Llegué cansada y tarde a casa y ¡oh sorpresa! subiendo las escaleras, en el suelo, desamparado, estaba un chiquitín que al parecer se había caído del nido. Y digo al parecer, porque la mañana siguiente descubrí lo que había sucedido al ser testigo de como el hermano grande y fuerte lanzaba al vacío a otro de los polluelos. Pensé que lo había matado, porque no se movía. Al acercarme vi que respiraba pesadamente. Estaba en estado de shock.
Los puse a ambos en una cajita, para protegerlos de los niños, gatos y perros, sin tocarlos directamente, esperando a ver si sus padres les ayudaban.
Los ignoraron rotundamente durante todo el día, al atardecer fué cuando decidí intervenir, de lo contrario irremediablemente morirían a mi puerta. El último pajarito en caer se había recuperado y en coro no cesaban de llamar a los padres y pedir comida. Ya sé que la naturaleza dictaba que murieran (y quizá aún lo hagan, no lo sé), pero la naturaleza debió de haber presentido algo al dejarlos caer a la puerta de mi casa: sabía que yo no podría permenecer indiferente...
Mi corazón de pollo se estremecía cada vez que me asomaba por el visor de la puerta y veía a los padres pasar una y otra vez alimentando al hermano fuerte y gandalla (si, asi de cruel es la historia por la supervivencia y la suerte que corren los débiles) e ignorar a los dos peques desesperados.
Al principio, me acercaba y se quedaban quietecitos, asustados, con los picos cerrados. Pacientemente, con unas pinzitas les he dejado caer en el enorme pico amarillo que abren una mariposilla a cada uno. La han engullido voraces.
Por la tarde me volví mamá golondrina.
Como podrán imaginarse, no soy una experta en cazar mariposas, polillas, libélulas, moscos y bichitos y estos dos tienen un apetito voraz. A donde he ido hoy, me he llevado el matamoscas. Mis peques tienen hambre y ahora, cada vez que me acerco a ellos abren sus picos amarillos y esperan recibir algun apetitoso insecto. Una vecina, amable y bien-intencionada, pero ignorante de qué es lo que comen las golondrinas, les trajo galletas saladas. Menos mal que los rescaté a tiempo de morir asfixiados por sendos trozos de galletas saladas.
Hace un rato, era noche de squash. Mis amigos han jugado, yo me la he pasado cazando insectos, que se acercaban atraídos por la luz de las canchas. Al principio, todos se reían de mí, cuando llegué cargando el matamoscas en lugar de la raqueta... Está de más decirles como se han burlado. Ah, si, pero un rato más tarde, todos estaban cooperando con alguna palomilla para la bolsa de provisiones de los peques.
Aquí les dejo un retrato del par de huerfanitos punk que me han adoptado por madre. Yo solo espero lograr atrapar los bichitos suficientes para que estos dos acaben de mudar el plumón, sus alitas se pongan fuertes, aprendan a cazar y vuelen libres, para volver a visitarme el año que entra.
Mantengan los dedos cruzados, hoy inicia su tercer día de huérfanos y el segundo bajo mis cuidados. Ya veremos...
(He improvisado un nido con tiras de periódico para mantenerlos calientitos, ¿alguna mejor idea?)
ACTUALIZACIÓN: el pequeño que estuvo en shock (a la derecha en la foto), no sobrevivió la noche.
Foto 1: Jessica Soler • Diciembre 28, 2006 • Puerto Vallarta, Jalisco
Foto 2: Jessica Soler • Agosto 15, 2007 • Puerto Vallarta, Jalisco
sábado, 11 de agosto de 2007
Pláticas con la Luna 4
miércoles, 8 de agosto de 2007
Derrumbe
A una semana del derrumbe ocurrido en la carretera que conduce de Puerto Vallarta a El Tuito, aún continúan las obras de remoción de escombros... ¿pero ya vieron el tamañito de los escombros?
Este domingo, la carretera seguía parcialmente bloqueada por estas enormes rocas.
It's been a week since the road from Mismaloya to El Tuito got obstructed with the fall of some rocks. Can you see the size, and these are only the remainings?
Last sunday, the road was still partially obstructed.
Foto: Jessica Soler • Agosto 5, 2007 • Carretera Mismaloya - El Tuito
martes, 7 de agosto de 2007
Alcatraces
¿A dónde van a parar las aguas residuales?
Hace unos días Greenpeace instaló un escusado gigante y cerró simbólicamenteen la Playa de Los Muertos, aquí en Vallarta. Esta acción generó mucha polémica y reacciones...
No es mi intención narrarlas aquí, solamente dejarles un par de vivencias mías. Nadie me las contó. Ustedes saquen sus conclusiones.
Cuando llegué a Puerto Vallarta, viví en la colonia Independencia, a un costado del río. Ninguna de las casas en esa colonia, entonces, estaba conectada a la red de drenaje, porque no llegaba allá. Algunas casas tenían fosas sépticas, pero bastaba con salir a caminar por los alrededores y era evidente que las aguas provenientes de los lavaderos desembocaban en el río. ¿Qué sucedería con el resto de las aguas de desecho? quién sabe...
La colonia Independencia es sólo una más de tantas colonias que tiene Vallarta, por las cuales los turistas no posan su mirada.
Sayulita es un playa que me gusta mucho. ¿Pero alguien se mete al mar, por ahí por donde cruza el río? el puro olor te mantiene bastante lejos...
Hace aproximadamente un mes, por Punta Mita, hubo un derrame de algo que nunca sabremos, porque no se investigó a tiempo, pero ese derrame oasionó la muerte de cientos de peces y algunos delfines...
¿Y el basurero municipal? ese impresionante cerro de desechos al aire libre, que supuestamente era un relleno, ¿a dónde irá a parar el agua de la lluvia que ahí cae, y por consecuencia lógica del declive que presenta escurre?
Me pregunto, si las aguas que desembocan en nuestra bahía, están limpias, limpias, ¿porqué no los veo nadando, ahí donde desembocan, a todos aquellos que saltaron en defensa de Vallarta, tras la acción de Greenpeace? Supongo que si van, irán a zonas bien alejadas de las desembocaduras...
P.D. Mil gracias a Wendy, de El Mural, ¡por prestarme una batería!!
Menuda fotógrafa he resultado, que tras las agitadas jornadas de árboles majestuosos y la inundación del Callejón Valdivia, me he olvidado de recargar las mías.
Fotos: Jessica Soler • Agosto 1, 2007 • Puerto Vallarta, Jalisco
Iguana Verde
Cosas de dos
Se miran a los ojos,
sus rostros se aproximan.
Ahora entrecierran los ojos:
casi respiran el mismo aire.
Sus labios, húmedos,
suavemente se rozan.
Es la magia de ese instante
que dura un beso...
(y no es un comercial para "Fullsand" jejeje)
Foto: Jessica Soler • Julio 29, 2007 • A y A • Puerto Vallarta, Jalisco
sus rostros se aproximan.
Ahora entrecierran los ojos:
casi respiran el mismo aire.
Sus labios, húmedos,
suavemente se rozan.
Es la magia de ese instante
que dura un beso...
(y no es un comercial para "Fullsand" jejeje)
Foto: Jessica Soler • Julio 29, 2007 • A y A • Puerto Vallarta, Jalisco
Perro Guardián
Todo cabe en un balcón...
lunes, 6 de agosto de 2007
Ganoderma lucidum
Días atrás estuve fotografiando unas parotas, árboles también conocidos como Huanacaxtle, Guanacaste, Árbol de Oreja u Orejón (Enterolobium cyclocarpum). El propósito: registrar a dos de éstos árboles majestuosos en el catálogo de árboles majestuosos de México: Centinelas del Tiempo, uno de ellos en la categoría de árboles urbanos y el otro en la de silvestres, por su ubicación.
El tema que me ocupa en esta entrada, sin embrago, es que en una de éstas parotas, un hermoso y majestuoso ejemplar urbano, enclavado en el corazón de Puerto Vallarta: la parota que está frente a Protección Civil, me encontré tres ejemplares de Ganoderma lucidum.
Los Ganoderma lucidum son uno de los ejemplares más bellos de hongos que existen. En edades tempranas presentan brillantes y lustrosos colores que van del rojo al amarillo al blanco. Al paso del tiempo, los tonos blancos y amarillentos comienzan a desaparecer, dejando una superficie café-rojiza, sin perder su brillo y lustre, como si estuviesen barnizados.
Sin embargo, estos hermosos hongos son un signo evidente de pudrición...
Signo que en un árbol tan emblemático para nuestra ciudad, como lo es esta parota, es señal de alarma.
En el círculo de la foto superior se aprecia el crecimiento de este hongo, que pareciera tener dos cabezas, del cual incluyo un acercamiento. NOTA: Nótese el tamaño espectacular del diámetro del tronco, en comparación con el otro árbol que crece junto a él (mide 11 metros).
y a continuación, los otros dos brotes, en diferentes etapas de maduración:
"La pudrición de madera es uno de los tipos de enfermedades más comunes en los árboles urbanos, y porque la pudrición debilita la madera y puede provocar fracturas en los árboles, es una de las enfermedades más importantes. La pudrición es considerada una enfermedad porque causa un deterioro progresivo de las paredes celulares y de la resistencia de la madera y puede interrumpir el flujo de savia en la albura cuando las células mueren o reaccionan al avance de la pudrición. Los basidiomicetos son de manera abrumadora la causa más común de la pudrición de la madera; fijados a los tallos leñosos o a las raíces de los árboles vivos son indicadores positivos de descomposición, lo que indica que el árbol tiene un cierto grado de pudrición. Ganoderma lucidum causa pudrición de raíces; también ataca la corteza y el cambium de las raíces. El hongo se asocia a menudo con árboles en regresión debido a la pérdida de la función radical." Identificación del tipo de pudrición de la madera y hongos xilófagos en árboles urbanos. Christopher J. Luley
Kuo, Michael. (2004, February). Ganoderma lucidum. Retrieved from the MushroomExpert.Com
Ver más fotos de ejemplares de Ganoderma Lucidum.
Fotos: Jessica Soler • Julio 30, 2007 • Puerto Vallarta, Jalisco
El tema que me ocupa en esta entrada, sin embrago, es que en una de éstas parotas, un hermoso y majestuoso ejemplar urbano, enclavado en el corazón de Puerto Vallarta: la parota que está frente a Protección Civil, me encontré tres ejemplares de Ganoderma lucidum.
Los Ganoderma lucidum son uno de los ejemplares más bellos de hongos que existen. En edades tempranas presentan brillantes y lustrosos colores que van del rojo al amarillo al blanco. Al paso del tiempo, los tonos blancos y amarillentos comienzan a desaparecer, dejando una superficie café-rojiza, sin perder su brillo y lustre, como si estuviesen barnizados.
Sin embargo, estos hermosos hongos son un signo evidente de pudrición...
Signo que en un árbol tan emblemático para nuestra ciudad, como lo es esta parota, es señal de alarma.
En el círculo de la foto superior se aprecia el crecimiento de este hongo, que pareciera tener dos cabezas, del cual incluyo un acercamiento. NOTA: Nótese el tamaño espectacular del diámetro del tronco, en comparación con el otro árbol que crece junto a él (mide 11 metros).
y a continuación, los otros dos brotes, en diferentes etapas de maduración:
"La pudrición de madera es uno de los tipos de enfermedades más comunes en los árboles urbanos, y porque la pudrición debilita la madera y puede provocar fracturas en los árboles, es una de las enfermedades más importantes. La pudrición es considerada una enfermedad porque causa un deterioro progresivo de las paredes celulares y de la resistencia de la madera y puede interrumpir el flujo de savia en la albura cuando las células mueren o reaccionan al avance de la pudrición. Los basidiomicetos son de manera abrumadora la causa más común de la pudrición de la madera; fijados a los tallos leñosos o a las raíces de los árboles vivos son indicadores positivos de descomposición, lo que indica que el árbol tiene un cierto grado de pudrición. Ganoderma lucidum causa pudrición de raíces; también ataca la corteza y el cambium de las raíces. El hongo se asocia a menudo con árboles en regresión debido a la pérdida de la función radical." Identificación del tipo de pudrición de la madera y hongos xilófagos en árboles urbanos. Christopher J. Luley
Kuo, Michael. (2004, February). Ganoderma lucidum. Retrieved from the MushroomExpert.Com
Ver más fotos de ejemplares de Ganoderma Lucidum.
Fotos: Jessica Soler • Julio 30, 2007 • Puerto Vallarta, Jalisco
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