domingo, 10 de diciembre de 2017

09-12



Por tanto tiempo, se buscaron en los ojos de otros rostros, en el brillo de otras sonrisas, en el calor de otros abrazos, mas no se hallaban.

Bastó un cruce de miradas, dos enormes sonrisas, una esquina y la historia inició.
La afinidad fue tanta, que su energía se sumó y ellos lo sintieron en su corazón.

Se hablaban a través de las nubes, el atardecer, el viento y la Luna. Sus diálogos, no necesitaron de palabras. 


Él cruzó la calle, la tomó de la mano y la besó en la mejilla...
Ella recuperó su sonrisa rota y el amor que se le había perdido.
Eran dos perfectos desconocidos, hasta que un día se cruzaron en el camino. 



"Yo a ti te conozco de antes 
he visto esos ojos andantes 
Te conozco de antes 
tal vez de un tiempo en que 
mi memoria no alcanza 
tal vez de un tiempo en que 
no habitaba esta masa 
tal vez de un tiempo en que 
el lenguaje no hablaba 
tal vez mi tiempo fue... 

Te conozco de antes 
he visto esos ojos andantes 
Te conozco de antes 
y no es de cruzarnos en la calle, no 
Te conozco de antes 
y esto me provoca pensarte 
te conozco..."





1 comentario:

Coŋejo pestilente dijo...

¡Pero qué bonito escribe!.