En unas horas más, en todas partes del mundo se estará celebrando la llegada de un nuevo año. Una hoja en blanco donde se escribirán muchas historias nuevas.
Esta es mi última historia del 2006.
Hoy, al despertar, encontré bajo mi puerta un sobre, de un material raro. Parecido a los papeles plásticos, como el tyvec. No tenía remitente. La letra que ponía mi nombre y dirección me parecía algo familiar. Miré de cerca el matasellos y me pareció difícil de creer.
Con desconcierto, rasgué el sobre y extraje la carta que contenía.
Tuve que sentarme y leerla dos veces, antes de entender lo que significaba...
"31 de Diciembre de 2031.
Tengo tu edad ahora, mamá.
Pero el mundo es tan distinto al que de niño conocí, en el que tú vivías, el que capturabas en tus INSTANTES.
Ya no llueve. Casi no hay árboles. Ni flores.
Se están secando los ríos y lagos. El agua escasea, sólo queda la de los mares. Mares que están tan salados, que casi no albergan vida en ellos.
Ballenas, delfines, tortugas, tiburones, peces,
leones, tigres, elefantes, jirafas, hipopótamos,
cocodrilos, serpientes, iguanas, aves...
Todos han desaparecido.
De toda la riqueza de fauna que había en el planeta
sólo subsisten las cucarachas.
Nuestro planeta, tan rico en biodiversidad antaño, ahora agoniza.
En el 2070, escribí una carta, que hoy con sorpresa, encontré bajo mi puerta, al despertar.
Quiero pensar que aún no es demasiado tarde.
¿Me la enseñarías, ahora que sólo tengo 10 años?"
Firma… tu hijo.
Foto y texto: Jessica Soler • Diciembre 31, 2006
Gracias a la inspiración de "Carta escrita en el 2070" • Documento extraído de "Crónica de los Tiempos" • Abril de 2002
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