
¡Oh mago!
aquí te dejo mis zapatos de fuego,
que en afán ciego
han andado tanto.
Buscando, buscando: busqué.
Busqué unos minutos de reposo
en sueño gozoso,
que se desvanece el día
en esta plaza tapatía.
Soñando, soñando: soñé.
Soñé que sus labios rozaba,
y el amor me llamaba
con un toque pueril
de magia infantil
Besando, besando: besé.
¡Oh mago!
trae de nuevo a mí esos labios,
para que esos besos infantiles
se conviertan en besos calientes,
delirantes, casi febriles.
Para quien anda mirando atardeceres
en el Puerto de Armuelles.
Escultura: Alejandro Colunga • Plaza Tapatía.
Poesía: Jessica Soler • Diciembre 30, 2006
Foto original: Jessica Soler • Diciembre 1, 2006 • Guadalajara, Jalisco
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