lunes, 30 de noviembre de 2020

1111



1111 días han transcurrido desde aquel día en que él cruzó la acera y se acercó a saludarla...


El reflejo de sus ojos profundos y el brillo de su hermosa sonrisa, son la última imagen que cruza por la mente de ella, antes de dormir, cada noche. 
Las últimas mil ciento once noches.

Un sin fin de preguntas -aquellas cuya respuesta (al menos eso ella creía), determinan quién uno es- cruzaron por su mente ese día. Preguntas de las cuales ahora, ya conocía la respuesta: ¿Cómo se llama? ¿En qué trabaja? ¿A qué dedica su tiempo libre? ¿Qué música escucha? ¿Cuál es su comida favorita? ¿Cual es su color favorito? ¿Qué cosas le hacen feliz? ¿Qué aspira en su vida?... 

Tras ese encuentro, ella fue descubriendo su propio reflejo en el mejor espejo: sus ojos profundos. 


Mil ciento diez candados, día tras día, ella fue abriendo. 
Las primeras puertas, eran enormes y pesadas. Y una inquietante oscuridad residía tras ellas. 
Aterradores monstruos sepultados, surgieron. Mil ciento diez batallas, ella había librado, para desterrarlos de su alma, por siempre.Al pasar los días, los candados abrían con mayor facilidad, y sus respectivas puertas, se sentían cada vez más ligeras.


Llegó el día en que debía abrir el candado 1111: avanzó decidida a quitarlo. Ella ya no tenía miedo. 
Al abrir la puerta de par en par, tuvo que entrecerrar los ojos: la magnitud de la Luz que ahí había, la deslumbró. Sin oscuridad y sin monstruos, a su alma re-conocía.


Hoy, nuevas preguntas cruzan por su mente. 
Sabe, con certeza, que las respuestas pronto conocerá.


Ilustración: Android Jones
Microrelato: Jessica Soler • Noviembre 30, 2020 • Una historia de la realidad que a veces parece ficción o de la ficción que a veces parece realidad.