(o la invasión de los zanates).
El día estaba llegando a su ocaso.
Había sido una larga jornada de trabajo y pensé que tantas horas frente la computadora empezaban a causar estragos...
tipitin, chac, chac
chac, chac
tip tip tip tin
¡qué extraño! en la azotea no se puede caminar...
Con la cámara en mano, me fuí a asomar al balcón.
Y vaya sorpresa:
¡Estábamos invadidos y eran cientos, distribuidos por todos los edificios!
Armando un gran alboroto, se posesionaron de nuestros tejados.
Dos días después descubrí el motivo de su invasión: las ramas del gran árbol frente al muelle, en el que descansan al caer la noche, habían sido podadas...
Foto: Jessica Soler • Diciembre 8, 2006 • Condominios La Marina • Puerto Vallarta, Jalisco
1 comentario:
Buen día Jessica, empiezo a leer tu blog de atras a adelante y hoy me quedo aqui por que lo he decidio tomar en pequeñas dosis, Así las buenas cosas saben mejor. Me ha gustado mucho esta foto junto con ese buen título.
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