lunes, 6 de febrero de 2023

Al ojo del huracán

 


"¿Cuándo vienes a ver un atardecer conmigo?" 
"¿Cómo andas el siguiente miércoles?" 
"¿Miércoles 27? Va"
"¿A dónde me vas a llevar?" Él preguntó 

Al ojo del huracán... 
iba a responderle Ella -opto por no decir nada-. 

Él se daría cuenta.

Se tumbó en la playa, boca arriba, la mirada hacia el cielo. 
(A veces le da la necesidad de quedarse inerte... una especie de narcolepsia, pero consciente...) "Acuéstate aquí conmigo" le dijo.

Él se acostó junto a Ella.

Una hermosa sonrisa los contempló desde lo alto del firmamento.
Le pertenecía a Media Luna. 
Para darles espacio, aparecía y desaparecía tras las nubes, así no la pescarían, espiándolos. 

Las nubes comenzaron a moverse deprisa.
Aves marinas cruzaban de tanto en tanto.
Todo alrededor de ellos se movía: las nubes, las aves, el viento, el mar y sus olas, las personas. Todo, menos ellos. Habían entrado al ojo del huracán, donde todo está en calma y donde el tiempo parece congelarse. Ese lugar, donde no hay necesidad de correr a ningún lado, pues uno se siente seguro. Ese punto neutro, donde convergen las energías positivas y negativas, a favor o en contra. Ese sitio donde se siente mucha paz.


Ambos, se quitaron los lentes y voltearon a verse, tratando de enfocarse mutuamente.

Cuando sus miradas se cruzaron, sus rostros estaban muy cerca.
Todo alrededor de ellos se movía. Ellos seguían tumbados, inertes.



En ese instante, desde el ojo del huracán, salieron volando cientos de mariposas que Ella llevaba guardadas en el pecho... 
En ese instante, que lo reconoció de otras vidas, entendió plenamente, que estaba cada vez más cerca ...




Ilustración: Autor desconocido
Microrelato: Jessica Soler • Enero 27, 2023
 • Una historia de la realidad que a veces parece ficción o de la ficción que a veces parece realidad.

domingo, 8 de enero de 2023

5 Enero 2023 • Reencuentro de Almas


5 Enero, 1990

Ella había muerto. Las manos de un médico se juntaron sobre su pecho, y mientras iniciaba el conteo “1, 2, 3…” otro médico se hacía cargo de hacer llegar el preciado oxígeno a sus pulmones. “Resiste, Resiste, Resiste” fue lo último que Ella escuchó, mientras sus ojos se cerraban.


5 Enero, 2023

Ella, hoy, alcanzaba la libertad, por fin. 33 años después, sabía quien era y honraba a su alma cada día. Su vida, era un nuevo lienzo en blanco, listo para ser llenado de muchas historias. Historias del amor más puro, el amor que es Él 💙.




"Ma'ch... era un amor «violeta»💜; es decir, imposible.
Era mezcla del rojo ❤️ de la pasión y del azul 💙 más puro y tierno (el amor transparente). Pero mi trabajo era más importante, y de especial trascendencia. Mi misión era «amarilla»💛 (equilibrio e inteligencia) y estaba al servicio de Él (puro azul, puro Amor). Si era capaz de conjugar el equilibrio y la inteligencia (amarillo), con la energía (rojo), el resultado seria la alegría🧡 (anaranjado); y no sólo el «anaranjado» para mí. Sería la alegría para muchos (en el futuro). Además, si sabía casar el Amor (azul) con la inteligencia (amarillo), el resultado me volvería loco: ¡alcanzaría la libertad! (verde)💚.
Caballo de Troya."







 


Microrelato: Jessica Soler • 5 Enero, 2023 • Historias de Llamas Gemelas.

jueves, 6 de enero de 2022

Lehaim mal'ak!









"Es el momento de su retorno" le dijo el Creador a Mictlantecuhtli.

"Abre las puertas del Mictlán en el momento justo", fue la indicación que dió. 

"Deberán encontrarse en algún punto de los nueve caudales del río Apanohuacalula".



ELLA había iniciado el camino hacia allá.

ÉL, que llevaba tiempo aguardando, pensaba una y otra vez: 

-Resiste, Resiste, Resiste. Yo no me rendiré-.




La primera vez, habían llegado ahí de un modo peculiar: 

dos almas, en un sólo corazón. 




Cuando Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl cuestionaron al Creador respecto a este caso -único-, se limitó a decirles 


“Omega es el Principio”.



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Hace 32 años, un 5 de Enero -para ser más precisos- la Magia se hizo presente 💙.


* Las manos de un médico se juntaron sobre el pecho de Ella, y mientras iniciaba el conteo “1, 2, 3…” otro médico se hacía cargo de hacer llegar el preciado oxígeno a sus pulmones. “Resiste, Resiste, Resiste” fue lo último que Ella escuchó, mientras sus ojos se cerraban.


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... al volver, serán un alma 💙 en dos corazones ❤️❤️. 





Microrelato: Jessica Soler • 5 Enero, 2022 • Historias de Llamas Gemelas.

Ilustración: "The High Priestess" de R.Black 


sábado, 3 de abril de 2021

Pláticas con la Luna X




....creación con la pureza más perfecta,
sinónimo de belleza
adornado con sutileza
en todo su esplendor,
corazón aventurero
con alma guerrera
concédeme un boleto
en ese viaje trascendental.

Sencillez y singularidad
que posee toda su materia,
inspiración de estas letras,
semillas que germinó
desde aquel día que inició
con Naná Kutsini
su conversación.



Foto: Jessica Soler • 28 Marzo 2021
Poesía: Victor Hugo Vidal 



martes, 30 de marzo de 2021

Nankurunaisa



¿Crees en la reencarnación? ella le preguntó.
     "Si" respondió Él.

¿Tienes recuerdos de vidas pasadas?
    "Algunos fragmentos" ¿y tú?


Ahora, ya te recuerdo. 
Recuerdo tu vida pasada, en esta mi vida... 
¡Fuiste mi mejor amigo!
 
Prometiste que me cuidarías siempre y siempre estaríamos juntos. 
Incluso, me diste mi primer beso: un tierno beso infantil, lleno de significado. 
Dijiste que algún día, cuando fuéramos mayores, te casarías conmigo. 
E inexplicablemente, te fuiste.


    ¿Estás segura que me fui?
Ahora, sé que siempre estuviste ahí. 


Pero tu esencia, aquella que es invisible a los ojos, reconocí. 
Quizá tardé un poco, pero ¿qué es el tiempo? sólo una ilusión. 
Sólo existe el aquí y ahora. 

Tú, NO TE RENDISTE y yo RESISTÍ.    


Empezaron a aparecer pistas. 

          ¿Dioscidencias?

Piezas de un rompecabezas, dispersos aquí y allá.
Todo inició con una pintura azul en la pared de una habitación.

¿💙? 

Por cierto, encontré la última pieza en el mismo sitio donde todo inició...




Ilustración: Autor Desconocido
Microrelato: Jessica Soler • 29 Marzo, 2021 • Historias de Llamas Gemelas.

viernes, 22 de enero de 2021

Resiste!

 



Durante años, ella había tratado de desprenderse de aquel "don" que le había sido otorgado y por un buen tiempo, aparentemente lo había logrado.


A veces, recuerda, cuando era apenas una niña, la cantidad de veces que fue reprendida por hacer mención de eso, que veía y sentía. Era duramente reprendida. Tantas veces la silenciaron, que ella aprendió a silenciarlo también. 
Hasta el día, que Él se acercó a saludarla... 


Conforme Él se acercaba más y más a ella, cobraba fuerza, nuevamente. Al reconocerse mutuamente, la intensidad y brillo de La Luz que emitieron fue tal, que despertaron a La Oscuridad.


¿Quién osaba desafiarla de esa manera? Nadie podía, ni debía, de brillar tan fuerte. Por eso, sus alas habían sido cortadas.



Era tarde para tratar de silenciarlo. Ella dormía, plácidamente, acurrucada en los brazos de Él, cuando la invadió nuevamente, después de tantos años. La despertó de golpe, justo al mismo tiempo que Ella, tratando de defenderse en sus sueños, soltaba un fuerte golpe. Golpe, que desafortunadamente acabara en el abdomen de Él. Ella estaba aterrada, como lo había estado años atrás, sólo que ahora sabía disimular su terror. 


La Oscuridad se abrió camino a sus anchas, entre ellos. Ella, la conocía de tiempo atrás, sabía de lo que era capaz. Ya se había llevado, una vez, a su llama gemela. No le permitiría volver a hacerlo. Esta vez, lucharía con todas sus fuerzas. 


Los días que le precedieron, no fueron nada fáciles. Necesitaba recuperar fuerzas. Necesitaba resguardar la poca Luz que quedaba, para protegerla. La escondió en lo más profundo de su corazón. 


Resiste.


Ella, resistía. Ya lo había hecho. Podía volver a hacerlo.


La Oscuridad arremetía con fuerza. 



Sentía que ya no podía más, cuando otro como ella, por fin, apareció. Se había enterado de su existencia, meses atrás. Incluso, había intentado hablar con él varias veces, pues presentía que compartían cierto "don". No había manera de comprobarlo, sin verse en persona, sin embargo, no quería insistir demasiado, pues la Oscuridad los percibiría. Decidió esperar en silencio. Hasta que un día, recibió su mensaje, y acordaron encontrarse.



Salió a correr, como solía hacer cada día. Correr liberaba su espíritu y tranquilizaba su alma. Iba sonriendo, pensando que ese día, por la tarde, por fin descubriría si habían más como ella, cuando voló por los aires. 

Sintió el embate de la Oscuridad, pero en esta ocasión, sintió también un cálido abrazo invisible, su rostro fue girado hacia un lado y protegió su cabeza. Al caer,  vió el mensaje que estaba frente a ella:




Fue ahí cuando supo, con certeza, que no estaba sola. 
Al volver a creer en Él, supo que Dios había vuelto a su lado.

Y Ziya, por fin, conoció a Einyel.



Foto 1: Jessica Soler • Octubre 12, 2020
Foto 2: Jessica Soler • Enero 9, 2021

Microrelato: Jessica Soler • Enero 2021 • Historias del Angel, Ziya.
 




Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl

 


Él, fue llamado con antelación, a cumplir su ciclo. Sólo tenía 9 años, cuando la hora de visitar a Mictlantecuhtli llegó.

Al notar el brillo intenso que su mirada desprendía, con el evidente anhelo de experimentar todo aquello que le había faltado por vivir, Mictecacíhuatl, decidió interceder. "Lo has llamado antes de tiempo, permítele volver. Ella, lo espera".

"Amado mío, Mictlantecuhtli, nosotros somos los dioses de la muerte y la vida, démosle una oportunidad."


"Así será. Si logra cruzar las 9 dimensiones, y liberar a su Tonalli, Él podrá volver".


10 años después, Ella era llamada a cumplir su ciclo... justo cuando el Tonalli de Él, era libre otra vez. "Aún no es tu tiempo amada mía, RESISTE, yo NO ME RENDIRÉ. Aún nos falta encontrarnos, voy en camino." El Tonalli de Ella, se aferró a la vida. 

Lo que no sabía, es que Mictecacíhuatl, había intercedido por ellos: "Permíteles experimentar en vida, ese gran amor que se tienen, ya llegará el día, que vengan acá, juntos".



Ilustración: Kardia Flores
Microrelato: Jessica Soler • Enero, 2021 • Una historia de la realidad que a veces parece ficción o de la ficción que a veces parece realidad. 


lunes, 30 de noviembre de 2020

1111



1111 días han transcurrido desde aquel día...


El reflejo de sus ojos profundos y el brillo de su hermosa sonrisa, son la imagen que cruza por la mente de ella, al dormir, cada noche. 
Las últimas mil ciento once noches.

Un sin fin de preguntas -aquellas cuya respuesta (al menos eso ella cree), determinan quién uno es- cruzaron por su mente ese día.  ¿Cómo se llama? ¿En qué trabaja? ¿A qué dedica su tiempo libre? ¿Qué música escucha? ¿Cuál es su comida favorita? ¿Cual es su color favorito? ¿Qué cosas le hacen feliz? ¿Qué aspira en su vida?... 

Tras ese encuentro, ella fue descubriendo su propio reflejo en el mejor espejo: sus ojos profundos. 


Mil ciento diez candados, día tras día, ella fue abriendo. 
Las primeras puertas, eran enormes y pesadas. Y una inquietante oscuridad residía tras ellas. 
Aterradores monstruos sepultados, surgieron. Mil ciento diez batallas, ella había librado, para desterrarlos de su alma, por siempre.Al pasar los días, los candados abrían con mayor facilidad, y sus respectivas puertas, se sentían cada vez más ligeras.


Llegó el día en que debía abrir el candado 1111: avanzó decidida a quitarlo. Ella ya no tenía miedo. 
Al abrir la puerta de par en par, tuvo que entrecerrar los ojos: la magnitud de la Luz que ahí había, la deslumbró. Sin oscuridad y sin monstruos, a su alma re-conocía.


Hoy, nuevas preguntas cruzan por su mente. 
Sabe, con certeza, que las respuestas pronto conocerá.


Ilustración: Android Jones
Microrelato: Jessica Soler • Noviembre 30, 2020 • Una historia de la realidad que a veces parece ficción o de la ficción que a veces parece realidad. 

viernes, 23 de octubre de 2020

Almas Gemelas


 

El gran día había llegado. Hoy la llevarían por primera vez a la escuela.

Quiso vestirse ella solita y por supuesto, se puso sus zapatos rojos, que eran sus favoritos. Aún no sabía peinarse, así que la peinaron con dos coletas. Estaba nerviosa y tenía miedo, pero se lo aguantaba.

Cuando la dejaron en aquel enorme portón y se alejaron, al verse rodeada de tanta gente desconocida y extraña, en un enorme lugar, también desconocido, le temblaron un poco las piernas. Respiró profundo y avanzó, dando pequeños pasos. Se prometió a si misma que no lloraría. Una maestra la condujo a lo que sería su salón. Se sentó hasta atrás y durante toda la mañana, evitó cruzar mirada con los otros niños. Estaba aterrada, sin embargo, quería parecer valiente.

Unas horas después, sonó la campana y salieron al receso. Había un enorme patio y jardín. Ella fue a refugiarse a un rincón, donde había un gran árbol y muchas plantas. Se aseguró que nadie la viera, y dejó que las lágrimas sostenidas durante toda la mañana, rodaran por sus mejillas. No lo escuchó, ni lo vió venir, sólo sintió una mano, limpiándole las lágrimas, mientras la otra mano, tomaba una de las suyas y le decía: "no llores, yo voy a cuidarte, nunca vas a estar sola".

Al girar su cabeza, vio unos hermosos ojos, en una linda carita, iluminada por una gran sonrisa. ¡Y llevaba puestos unos tenis rojos!. Una inmensa paz la invadió. 

Se volvieron inseparables desde ese día. Jugaban, reían, aprendían y soñaban, juntos. Adoraba ir a la escuela. Él se había convertido en su mejor amigo. "Me gusta mucho la Luna", él le había contado, un viernes, mientras esperaban a la salida de clases, que los recogieran. "Cuando me siento solo, le platico, para que cuando tú la veas, te de mis mensajes, y así, es como si estuviéramos juntos, platicando y jugando". Llegaron primero por él, como siempre, pero no era alguno de sus padres quienes lo recogían, era su nana. Fue la última vez que lo vió.

Llegó el lunes, y él nunca llegó. Ni al día siguiente. Escuchó a las maestras comentar que tal vez estaba enfermo. Pensó mucho en él, deseando se recuperara pronto y fuera a la escuela, lo extrañaba mucho. Por la noche buscó a la Luna, para pedirle que le dijera que lo estaba esperando. 

Esa noche, tuvo pesadillas, le empezó a doler mucho el pecho y la panza. Soñó con él, le decía que nunca estaría sola, y que pronto regresaría a cuidarla, pero lo veía alejándose, cada vez más. Por la mañana no quiso ir a la escuela. Se negó rotundamente. Sus papás le dieron una fuerte nalgada, le dijeron que bastaba de rabietas, que iría a la escuela y PUNTO.

En cuanto entró a la escuela, vio a su maestra, la abrazó y se puso a llorar desconsoladamente. Tenía mucho miedo. La maestra la abrazó, mientras la llevaba a su salón, le dijo todo estaría bien. Pero no, no todo estaba bien. Él no estaba.

Cuando se acercaba la hora de la salida, vió que los padres de todos, habían llegado antes. Escuchó como la directora decía que Él, ya no volvería más a clases, y que las clases se suspenderían unos días, ya que no sabían aún si era contagioso. Su enfermedad era grave y no había sido detectada a tiempo, ya que sus padres viajaban constantemente. Él, casi siempre, estaba bajo el cuidado de su nana. Nunca lo llevó al médico. 

Nunca antes, había escuchado hablar de la muerte. Tenía muchas preguntas, que nadie le contestó. Ella seguía viéndolo y hablando con él, cada noche, a través de la Luna en el cielo. Hasta que alguien se dió cuenta, y la regañó por ello. Él está muerto, le dijeron, y no está bien que hables con alguien que ya no está. Ella señalaba a una estrella, junto a la Luna y decía que ahí estaba él, junto a Dios. Nuevamente, fue fuertemente reprendida: "nunca mas vuelvas a decir eso, Dios no existe y PUNTO".

Ella creció, tratando de nunca pensar en él, porque era un recuerdo sumamente doloroso. Nunca pudo entender cómo pudo pasar eso, como nunca pudieron despedirse, porqué no lo habían llevado al médico antes, porqué sus padres lo dejaban siempre solo, porqué había perdido a su mejor amigo, porqué la había dejado sola, cuando le había prometido que nunca lo haría. Dejó de mencionar a Dios, dejó de hablar acerca de las veces, que en sus sueños, él venía a visitarla; y con el tiempo, incluso llegó a olvidarlo, sepultándolo en sus recuerdos; sin embargo, a escondidas, siguió hablándole siempre a la Luna...


Muchos años después, -cuando ella ya era grande-, lo conoció a Él, en una esquina. Su bello rostro, iluminado por una gran sonrisa y sus hermosos ojos profundos le resultaban de cierta manera, familiares, pero no sabía de dónde o cuándo.

No sabía porqué, pero a ella siempre le habían gustado los zapatos rojos. ¿Porqué Él le resultaba tan familiar? 

Resolvió el misterio el día en que ella lo vió elegir y usar unos tenis rojos. Su corazón palpitó con alegría. En ese momento, su alma finalmente entendió. 

...  y su fe en Dios, recuperó.


Ilustración: VICkie Wade
Microrelato: Jessica Soler • Octubre 2020 • Una historia de la realidad que a veces parece ficción o de la ficción que a veces parece realidad. Para Juan Carlos Hoffman Estrada †

domingo, 5 de julio de 2020

Ziya...


En la oscuridad del desierto,
una fogata resplandecía,
bajo su luz rojiza,
sus ojos profundos por última vez contempló.

Era una mujer del desierto,
de la tribu de los abandonados de Dios
princesa guerrera, Touareg, 
en azul vistió.

En el lecho de su muerte,
Ella le prometió
hasta lo imposible haría 
y algún día lo encontraría.

"Quizá tarde una vida,
o varias,
pero te buscaré
por toda la eternidad

Te amo, 
por siempre
y para siempre
Guapísimo Caballero".

La maldición que sobre ellos
habían ejecutado,
su felicidad
les arrebató.

Él, en un principio,
de Ella había dudado.
Cuando logró darse cuenta, era tarde: 
la habían envenenado.

En un acto de inmenso amor,
Él acabaría pronto con su sufrimiento:
de una puñalada certera
al veneno le ganó.

Le dolía tanto el corazón
que sentía perdería la razón.
Desesperado, 
en el firmamento la buscó.

Entre las penumbras,
desfiando a toda maldad
con su Luz, 
en el cielo apareció.

Redonda, brillante
completamente iluminada,
la nueva Luna Llena.
al viento le susurró:

Borra su memoria,
acaba con su dolor.
Cuando Ella lo encuentre,
en Él, resurgirá el Amor.


Ilustración:Autor desconocido
Poesía: Jessica Soler • 5 Julio, 2020 






jueves, 13 de febrero de 2020

Pláticas con la Luna IX





Se sentó, 
sin prisa, 
a contemplar a la distancia.

Él pasaría 
de la fascinación causada 
por su cara iluminada,

a ser olvidado 
a la llegada de las sombras
y sus noches oscuras.

Entre la densa neblina,
logró vislumbrar
la manipulación 

y el hechizo,
al cual fue sometido,
y rendido había caído.

Al hombre que en el jaguar habita, 
con sus artimañas
conquistó.

Sus debilidades conocía,
y así, uno más en la lista,
Él se convirtió.

Ella sabía con certeza,
que tarde o temprano, 
él sería olvidado. 

En su corazón
algo le decía,
que en otro tiempo, 

o en otra vida, 
juntos, nuevamente

a su Luna contemplarían.


Ilustración:Valeriane Leblond 
Poesía: Jessica Soler • 17 Octubre, 2019 

lunes, 9 de diciembre de 2019

9 de Diciembre

Dejaré las lágrimas fluir
mientras las heridas sanan
y mi alma se va habituando a dejarte ir…

Lanzaré a los cuatro vientos
los besos y abrazos que eran para ti,
que vuelen libres, junto al amor infinito que te di.