martes, 23 de enero de 2007

Vuela alto, muy alto.



Acecha tras cada esquina,
dispuesta a sorprender en el momento menos sospechado.

He visto su sombra acercarse, en dos ocasiones. Desde entonces, elijo vivir la vida intensamente, como si cada día fuese el último que me quedase.


A veces me entra la prisa, hay mucho por hacer, aún.


Otras veces, simplemente sonrío:
si me sorprendiese ahora, me tendría que atrapar volando...





Para todos aquellos que ella ya se los haya llevado, a ésta paloma que ha caido inerte a mis pies; espero que hayan sido atrapados, volando alto.
Los que aquí están: vivan intensamente cada instante. Esos instantes son la vida misma.


Foto: Jessica Soler • Enero 15, 2007 • Philadelphia, PA

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